Un informe técnico confirmó que el incendio que destruyó el refugio animal de Calama el 20 de julio de 2024, causando la muerte de 33 perros, fue provocado desde el exterior.
Según el peritaje, el fuego comenzó en un terreno vecino y se propagó al refugio debido al viento y a la presencia de materiales inflamables, descartando una falla interna o accidente.
La presidenta de la fundación a cargo del refugio, Jaqueline Avendaño, expresó que seguirán luchando por justicia para los animales fallecidos: “No nos vamos a rendir. Ellos merecen verdad, justicia y memoria”, declaró.
El caso ha generado fuerte indignación y llamados a endurecer las penas por maltrato animal.