Así lo contó su compañero de equipo en los años dorados de la Universidad de Chile, Gustavo Lorenzetti, quién en una entrevista confidenció que en una oportunidad el jugador argentino, llegó tarde y dio como excusa que había sido secuestrado por los extraterrestres.
Que lo habían secuestrado, analizado el alma y cuidado, son las palabras que recuerda Lorenzetti, quien además dice creer en la historia, ya que Marino es un hombre letrado por lo que le resulta difícil que su compañero estuviera mintiendo con el tema.
